domingo, 9 de mayo de 2010


La ciudad de Málaga se define por su carácter intercultural, consecuencia
de los distintos pueblos que han dejado huella en ella.
Aunque como asentamiento poblacional tiene una antigüedad de 2.700 años, los orígenes de su limitación territorial proceden del Paleolítico Medio. Es por ello que Málaga posee un patrimonio cultural milenario.
Su situación en el Mediterráneo propició la llegada de diversos pueblos a sus costas. Los fenicios fundaron Malaka y establecieron sus factorías en el siglo VIII a.C. Los griegos instauraron en el siglo VII a. C. una importante base comercial.
Más tarde, los romanos expulsaron al pueblo cartaginés tras tres siglos de permanencia en el año 206 a.C., instituyendo sus propias leyes como atestigua la Lex Flavia Malacitana.
En el 711 la ciudad es tomada violentamente por el pueblo musulmán. Durante este período, en el siglo XI, tiene lugar la edificación de la Alcazaba y posteriormente su ampliación con el Castillo de Gibralfaro. Más tarde, en el período nazarí, los Reyes Católicos conquistan la ciudad tras un
duro asedio.
La cristianización de la ciudad se ejemplifica en la consagración de la Mezquita Mayor en Catedral de Santa María de la Encarnación, siendo construida una nueva catedral a partir de 1528. Entre los siglos XVI y XVII tendrá lugar una recuperación monumental y religiosa de la ciudad.
A partir del siglo XVIII, Málaga vislumbrará un creciente desarrollo industrial, cuyo apogeo tendrá lugar a mediados del siglo siguiente, con las consiguientes consecuencias económicas (auge de la actividad comercial del puerto) y sociales.
Es en el siglo XIX además cuando la ciudad sufrirá una transformación urbanística que atenderá a las necesidades burguesas.
El siglo XX traerá consigo la eclosión de la industria del turismo, que tan importante ha sido para la economía malagueña y que además es la responsable de la configuración de la imagen de la ciudad.
Actualmente la ciudad está integrada en un Plan Estratégico que pretende crear un concepto más efectivo de su imagen, potenciando sus recursos culturales e histórico-artísticos,
partiendo de la idea de que éstos son generadores de riqueza.

Fuente:www.malaga2016.es